BLOG

Los celos

Hola, MásQuePsicos! 

Seguramente has escuchado alguna vez que los celos son algo normal en una relación con argumentos tales como “Si no los sientes es que no quieres lo suficiente a la otra persona” o “Si me dan motivos, sí soy celoso”. Podríamos considerar estas frases como mitos culturales donde se fomenta el estar preocupado y en alerta como un modo correcto de expresar amor. En muchos entornos, estar detrás de algo permanente e insistentemente, se valora positivamente y puede ser interiorizado como válido para después aplicarlo en nuestras relaciones de pareja. Es decir, si estoy en contacto contigo a todas horas y necesito saber tus movimientos, lo hago porque te quiero y porque realmente me importas.

¿Sabes de dónde parten los celos? 

De la inseguridad de uno mismo, de la ansiedad interna. Ésta se irá haciendo extensiva a la persona que quiero y también a mi entorno más inmediato. Muchas personas que han sufrido la infidelidad de su pareja dicen que, desde entonces, y con razón, se han convertido en personas celosas. Bien, es justo esto lo que estamos abordando. Se ha generado una inseguridad en ti, pues piensas que te podría volver a pasar otra vez y es por ello que experimentas emociones como ira, miedo o preocupación ante factores externos. Es normal que duela la traición, pero ésta ha de ser trabajada para no caer en la creencia de que, teniendo todo bajo control, estoy seguro, gano amor y me prevengo del daño


Queda claro que los celos no son adecuados en una relación, pues no tienen que ver con el amor y, principalmente, se generan a raíz de una inseguridad interna que, seguramente, sea previa a la relación en la que estamos sufriendo estos celos.

Entonces , ¿cómo sé que son celos lo que estoy sufriendo? 

Los celos que manifiesta una persona corresponden a 3 factores principales: 

  • Miedo a la soledad
  • Baja Autoestima
  • Dependencia emocional


Como puedes ver, están interelacionados.

Normalmente una persona celosa piensa que su pareja se fija en personas que para sí mismo son “mejores” y circunscribe ese “ser mejor” a ser más guapo, más alto, más fuerte, más adinerado, más capaz.

Desde luego que las relaciones de amor maduro y profundo no se basan en esos aspectos superficiales, subjetivos y externos. Más bien aquello que nos hace querer unirnos a otro semejante tiene que ver con compartir valores, proyectos de vida, personalidades y estilos de apego compatibles… Digamos que todo lo demás es un “plus” pero no es aquello que construye y asienta .
Estar en pareja por miedo a estar solo es lo mismo que llenar huecos, ese vacío interno que todos hemos sentido alguna vez pero que, en este caso, en vez de afrontarse, se tapa. 

La baja autoestima es algo que se genera en casa, cuando somos pequeños, no es algo que aparece de repente y tampoco es algo que tenga que sanar otra persona que no seamos nosotros mismos .

La dependencia emocional es una consecuencia de lo anterior. No poder desarrollarnos de manera individual y DEPENDER de una compañía para creer en nosotros, para sentirnos seguros, para motivarnos y avanzar es sin duda algo doloroso y muy arriesgado. 

Es importante entonces:

  • No justificar los celos: Si hay algo que no te gusta que tu pareja haga o diga, estaría bien que os sentarais a hablarlo.
  • Cuidar tu estado de ánimo, puede estar volviéndose depresivo y/o ansioso.
  • OJO si te autocastigas con determinados pensamientos (No soy lo suficientemente bueno, o Nadie me va a querer).

Observa si estás poniendo en marcha estrategias de control férreo sobre la otra persona. ¿Qué significa esto?
  – Que quieres saber quiénes son sus amistades y necesitas saber con quién sale cada vez que lo hace.

–    Has de conocer los lugares que frecuenta cuando no estáis juntos.
–    Intentas cambiar su imagen con ciertas sugerencias no pedidas: “Creo que sería mejor que la falda la reservases para cuando salgamos juntos”, “El pelo así te hace parecer demasiado joven«.
–    Sus ideales y valores acerca de la libertad y el compromiso no casan con los tuyos e intentas cambiarlos.

Si sientes que no se llega a una solución que te satisfaga, prueba con un psicólogo. Te puede  ayudar a:

–    Encontrar el punto medio entre vuestras opiniones y así aprender a negociar.
–    Entender la situación desde otro punto de vista en el que no habías caído.
–    Mejorar tu estado de ánimo y tu autoconcepto.

Si quieres tratar este malestar, sabes que puedes contactar con nosotras.

Hay salida.

Jadra A. Sanz

M-22844

Comentarios desactivados en Los celos